Ribeauvillé es la mezcla perfecta de historia, naturaleza y ambiente acogedor. Situada en la Ruta del Vino, la pequeña localidad está rodeada de viñedos y dominada por tres castillos medievales que parecen vigilarla desde las alturas.
Ribeauvillé es la mezcla perfecta de historia, naturaleza y ambiente acogedor. Situada en la Ruta del Vino, la pequeña localidad está rodeada de viñedos y dominada por tres castillos medievales que parecen vigilarla desde las alturas.
Al pasear por sus calles empedradas, le sorprenderán las coloridas casas con entramado de madera, las bonitas fuentes y el ambiente tranquilo. No se pierda la Tour des Bouchers, lugar emblemático del pueblo, ni la iglesia de Saint-Grégoire-le-Grand.
Si le gusta el senderismo, emprenda una aventura hacia los castillos que dominan Ribeauvillé. Una bonita excursión le llevará a Saint-Ulrich, Girsberg y Haut-Ribeaupierre, donde podrá disfrutar de una magnífica vista de los viñedos y la llanura alsaciana.
Cuando se trata de tradiciones, Ribeauvillé sabe cómo celebrarlas. Si tiene la suerte de visitarla en septiembre, no se pierda el Pfifferdaj, una colorida fiesta medieval que celebra la historia de los juglares. Y, por supuesto, los amantes del vino también sacarán partido a su dinero: aquí podrá degustar algunos de los mejores caldos de Alsacia.
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